Miller López no estuvo a la altura, evidenciando las carencias en el arbitraje nacional. |
Letzira
Sevilla Bolaños
Managua
FC logró alzarse con el título de Copa Nicaragua 2019 en un partido en el que el
futbol fue el gran perdedor, por una decisión arbitral que empañó la calidad
del espectáculo.
Sin
duda, los Leones Azules han mostrado su garra no solo en Copa sino también en
Liga, por ello es el gran finalista del campeonato frente al Real Estelí, sin
embargo, el árbitro central Miller López
se convirtió en el esperpento de la noche al expulsar al portero titular del
Cacique Diriangén en una decisión totalmente ilógica, imperdonable y ojalá
irrepetible, por el bien del desarrollo del balompié nacional, pues sacó una
tarjeta roja a Bernardo Gradilla luego de que fue agredido por Luis Camilo Gutiérrez y Carlos Félix.
La
sucesión de hechos inició con un tiro al marco que Gradilla pudo controlar, en
ese momento Gutiérrez le cometió una falta por la cual Gradilla reclamó, el
jugador de los azules le dio un manotazo en el rostro y acto seguido Carlos Félix
lo golpeó. En su decisión ilógica el árbitro, si se le puede llamar así,
expulsó al arquero mexicano, dejando el arco diriambino en manos del capitán y
defensor Erick Téllez, pues ya habían consumado todos los cambios en el equipo
de Flavio da Silva.
A
pesar de que Téllez es defensa y no arquero, puso empeño y logró atajar un tiro de los 5 penales, sin embargo, erró uno
al igual que el delantero colombiano Jorge Vargas.
Después
de 120 minutos de juego en los que ambos conjuntos dieron el todo por el todo,
el espectáculo no merecía ser empañado de esta forma, de hecho, el señor
“colegiado” ni siquiera dio el pitazo final en el encuentro.
Por
su parte, el arquero capitalino Erling Méndez defendió con garra los 3 palos y
detuvo un penalti. Al concluir el encuentro declaró que se sentía satisfecho
por el título obtenido y lo dedicó a la afición azul, mientras que Pablo
Gállego también se mostró contento y dijo que se están mentalizando para el
arranque de la final de Liga Primera contra Real Estelí.
El
arquero Cacique, Bernardo Gradilla, no ocultó su descontento: “nos quedamos sin
ganar algo gracias al árbitro, porque esta copa que la levante él. Que tengan
dignidad de hacer las cosas como deben de ser,
porque no puede ser que me saquen una tarjeta roja que no existe. Me
golpean en la cara y todavía me expulsan. Que levanten la copa ellos y no el
Managua FC”.
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